JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR

   PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA

 

PINTURA: OBRA DE SEPTIEMBRE DE 2020

 

 

“Catedral de Pamplona”
Oleo / tabla. Medidas: 31,5 x 23 cm. c. 1940-50.
CARLOS MENAYA ERBUBU


Carlos Menaya nació en Pamplona el año 1912. Era hijo de Ángel Menaya, conocido pamplonés formado en el ambiente artístico de la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona y muy aficionado a la música; fue secretario y vicepresidente del Orfeón Pamplonés. Su madre fue Petra Erburu. También tuvo un hermano dedicado a la pintura, Eugenio Menaya. Carlos estudió magisterio en Pamplona, dedicándose a la profesión. El pensamiento nacionalista vasco, muy presente en esta familia, hizo que sufriera la represión de la posguerra en lo que respecta a su profesión. Artísticamente se formó también en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona en los años treinta. En la exposición colectiva de julio de 1943, celebrada durante las fiestas de San Fermín, obtuvo el tercer premio por el título Catedral de Pamplona, con 500 pesetas de dotación. Expuso en San Sebastián, en las Salas Municipales de arte, el año 1970, junto a la obra de su mujer Juli Irurzun (el matrimonio tuvo un hijo llamado Miguel. Además de esta afición a la pintura, que cultivó toda su vida, fue un hombre polifacético, buen chistulari, colaborador de la revista Munibe de Ciencias naturales, espeleólogo y gran aficionado a la montaña; colaboró con Jesús Elósegui en el libro Cumbres: Monografías topográfico-panorámicas con itinerarios de acceso, nº 1 GANBO (Aralar-Guipúzcoa), editado en Zarauz en 1950. Carlos Menaya se encargo de las ilustraciones. También identificaron dólmenes, como el de Pagolleta de Lesaka. El artista falleció en Pamplona, el 28 de octubre de 1985.

El cuadro que comentamos en estas líneas se conserva en conocida colección de arte navarro, ubicada en Pamplona. La obra que conocemos ejecutada por Carlos Menaya, se inscribe dentro del paisajismo tradicional que se practicaba en Navarra tras la Guerra Civil. Todo este paisajismo seguía la línea marcada por el gran maestro del momento, Jesús Basiano. No cabe duda que Carlos tuvo como modelo y guía a su propio hermano, Eugenio Menaya, que en los años cincuenta se estaba consolidando como uno de los más notables pintores de su generación; desgraciadamente, la ceguera repentina cortó la carrera de Eugenio Menaya. El cuadro que ahora presentamos representa una vista del Paseo de Ronda, en la zona de El Redín de Pamplona. El gran motivo estético del mismo es una capilla del claustro de la Catedral de Pamplona, conocida como la Barbazana. La obra lleva una muy buena y delicada entonación cromática en azulados y verdosos, demostrando el autor también sus conocimientos de la composición y del dibujo. Un buen ejemplo, en definitiva, de lo que supone la obra de este artista, bastante olvidado para el arte navarro.