JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR

   PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA

 

ESCULTURA: OBRA DE AGOSTO DE 2020

 

 

 

“Para ambos lados de la frontera”
Piedra, madera y textil. Medidas aprox. 60 cm. altura
BADOS, Ángel


Ángel Bados (Olazagutia 1945). Entre 1969 y 1973 estudia BBAA en San Fernando de Madrid, donde se licencia en la especialidad de escultura. Ha sido profesor en la Escuela de Artes de Pamplona. A su llegada a Bilbao se produce el encuentro con un grupo de artistas (Txomin Badiola, Juan Luis Moraza, Marisa Fernández y Pello Irazu) que, compartiendo una serie de sensaciones, presentimientos y conceptos, configuran el grupo de artistas renovadores en la escultura de los años 80. Su trabajo escultórico ha estado siempre muy conectado con su vocación docente desarrollada en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao. Y es precisamente en este campo, donde Ángel ha destacado como figura esencial para varias generaciones de artistas, especialmente en los años que junto a Txomin Badiola estuvo al frente de los cursos de escultura de ARTELEKU (1994-1998). El año 2008 publicó "Oteiza. Laboratorio experimental." un trabajo que sirvió para organizar y catalogar el trabajo de laboratorio del escultor Jorge Oteiza, junto al citado libro comisarió una exposición en la Fundación Museo Oteiza. Su obra forma parte de las colecciones de la Fundación la Caixa, Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), Fundación Juan March, Fundación ICO, Comunidad de Madrid, Museo de Navarra, Fundación ARCO, Museo Reina Sofía o Museo de Bellas Artes de Bilbao. En 2018 recibió el premio nacional de Artes Plásticas.

La escultura que comentamos se conserva en colección privada. Es una magnífica muestra del quehacer escultórico del artista navarro Ángel Bados, encuadrado dentro de una escultura de maneras conceptuales. El propio artista ha defendido en todo momento la producción escultórica como un «artefacto transformador», que necesariamente se relaciona con el espacio que ocupa e interviene en la vida. Estamos ante un artista que siempre ha sabido compaginar en su obra elementos de lo cotidiano, elementos normales de la vida de cualquier persona, creando a través de ellos obras escultóricas sencillas de estructuras, pero profundamente interrogativas para el espectador. La obra que ahora traemos a estas páginas se construye con estas características aquí comentadas, compuesta por elementos como repetimos sencillos, de la vida cotidiana, a base de piedras, maderas y elementos textiles usuales. Todo ello dotado, eso sí, de un gran sentido colorista y vitalista, con ese afán de llegar al espectador y sorprenderlo.