JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR

ESCULTURA: OBRA DE SEPTIEMBRE DE 2019

DOS CARAS
Bronce en pedestal de piedra. 85 cm de altura. 2001
JORDAN, Pedro

Pedro Jordán (Zaragoza, 1965). Artista que consideramos navarro de adopción ya que lleva prácticamente más de media vida viviendo en Navarra, primero en la localidad de Murchante y actualmente en Tudela, donde tiene su casa estudio en la Subida al Monumento. Los primeros veintiún años de su vida no tienen prácticamente relación alguna con las Bellas Artes. Cursó los estudios primarios y FP 1 en el colegio La Salle de Zaragoza. Posterior pasó a cursar estudios de FP 2, especialización de máquinas y herramientas, en los Salesianos de la capital aragonesa. Nada más terminar y por medio del citado centro educativo acudió a una entrevista de trabajo en Tudela, donde le contrataron. De esta manera comenzó a trabajar, hacia el año 1986, en la fábrica SKF de Tudela. A partir de aquí, de una manera pausada y meditada, fue interesándose por las Bellas Artes. En los primeros años de la década de los noventa acude como alumno al taller del escultor aragonés Alberto Gómez Ascaso y a partir de ese momento se dedica intensamente a la escultura. A partir de los años noventa se dedica ya profesionalmente a la escultura. En 1997 elabora su primera obra pública, el Monumento al Padre Lasa en el Barrio de Lourdes de Tudela; posteriormente instalará otras esculturas públicas en la propia Tudela o en Fontellas. Se ha interesado muchísimo en la participación en simposium de escultura, con los que ha recorrido medio mundo. Tuvimos ocasión de publicar un completo artículo sobre este autor en la Revista del Centro de Estudios Merindad de Tudela, 26 (2018).


La obra que comentamos se conserva en colección particular de Navarra. Pedro Jordán es un autor que domina, ante todo, los materiales. Trabaja sin problema la madera, la piedra, granito o mármol, el bronce o el acero corten. En este aspecto podemos decir que se trata de un artista todo terreno, al que siempre le ha gustado indagar las posibilidades que ofrecen los diferentes materiales que están al alcance del escultor. Contemplado la producción estética de este escultor resulta que la inmensa mayoría de su escultura procede, o se basa, en la figuración. Las resonancias y evocaciones de formas y figuras humanas, o de la propia naturaleza, deja su huella en todo momento en estas esculturas. No obstante, esas figuras y formas se van transformando conceptualmente, desdibujándose de las maneras figurativas, perdiendo su realismo y haciéndose algo más personal, estilizando formas, alargando figuras, simplificando caracteres. Sus formas tienden siempre hacia la estilización, son ascendentes, con un gran interés en la búsqueda del movimiento. La obra que presentamos tiene ya unos años y corresponde a estudios que realizó el autor acerca de la estilización de las formas humanas. La obra está concebida en sentido vertical, con dos figuras filiformes que evocan la figuración humana, pero prescindiendo de todo tipo de caracterización.