JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR

   PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA

 

ESCULTURA: OBRA DE ABRIL DE 2019

“Sin Título”
Madera – 2015
MURO SANZ DE GALDEANO, Javier


Javier Muro nació en Pamplona en 1968. Pronto se sintió llamado por el arte, lo mismo que su hermano Ignacio, dedicado a la pintura. Estudió Ciencias de la Información. Triunfó en el Concurso Nacional de Escultura de Burgos de 1993, la XI Bienal internacional del deporte en la Bellas Artes de Madrid 1995, el Premio de Escultura del «Concurso Bilaketa» de Aoiz en 1997, etc. Premios de mayor consideración son el 2º Premio del XXIII Certamen Nacional de Escultura «Caja Madrid» de 1999 y el Primer Premio de Escultura «Caja España» del año 2003. Este galardón lo obtuvo con una obra que llevaba por título «Estado de conservación». Aparte de este galardón, el año 1999, Javier Muro resultó ganador del II Premio Navarra de Escultura con la obra titulada «Dos soledades», ejecutada en aluminio fundido y chapa. Como consecuencia directa del premio, el Gobierno de Navarra organizó una exposición de la obra de este escultor en las salas del Museo de Navarra el año 2000, con obras basadas en objetos cotidianos como botellas y copas, cacerolas, etc. Su nombre saltó a los medios de comunicación por ser el autor de la escultura, representando a San Fermín, que el Ayuntamiento de Pamplona regaló a Don Felipe de Borbón y Doña Leticia Ortiz, con ocasión del matrimonio de ambos. Recientemente ha obtenido el Primer Premio en la Bienal de Arte Moderno de Tarragona 2006.

La obra que presentamos a continuación se conserva en conocida colección navarra. La escultura de Javier Muro tiene un claro interés por el diseño y por las orientaciones poéticas. Es un artista, además, que sabe moverse magníficamente entre la figuración y la abstracción. Gusta mucho de utilizar en su estética objetos cotidianos, logrando obras muy en línea con el arte actual, esculturas interrogativas, conceptuales, con carga metafórica y simbólica. Nuestro artista ha trabajado esculturas objetuales, construidas con muebles domésticos y con elementos de uso familiar (cafeteras, bandejas, pucheros), en los que Muro interviene reinterpretando o reinventando nuestro mundo cotidiano, y estimulando asimismo al espectador a “mirar las cosas, los objetos y el día a día desde una perspectiva mucho más dinámica y viva”. La obra que presentamos en estas líneas participa de esta estética. Javier Muro viene reformulando ahora su práctica de la escultura. Lo está haciendo combinando principios objetuales, estructurales y figurativos de fuentes diferentes. En la presente composición en objeto recuerda una simpe silla, combinando en su estructura el color de la madera con el intenso negro.