JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR

   PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA

 

ESCULTURA: OBRA DE JULIO DE 2018

 

“SIN TÍTULO”
Bronce en base de madera. Medidas: 29 x 12 x 9 cm.
ANDA, José Ramón.

José Ramón Anda Goikoetxea (Bakaiku, Navarra, 1949) procede de una familia de tallistas y ebanistas, por lo que pronto entró en contacto con las cualidades y técnicas constructivas de la madera, elemento, por otra parte, muy presente en su entorno natural. Entre 1970 y 1974 estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y durante esos años se centró en la representación expresionista del cuerpo humano. Buen ejemplo de ello es la escultura Kirolari zaharra. Tras estos comienzos completó su formación en la Academia Española de Bellas Artes de Roma y allí pudo conocer la escultura clásica y la de destacados artistas italianos contemporáneos como Manzú, Marini y Martini, que habrían de influir en su obra, tal y como se trasluce en Unamuno. Durante un tiempo fue profesor en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco. Hoy es un escultor con cuarenta años de trayectoria creadora e ininterrumpida y, sin duda, uno de los escultores básicos en el ámbito vasco-navarro en las últimas décadas. Además ha trabajado mucho la escultura pública como demuestran sus obras instaladas en Pamplona, Urbasa, Alsasua, San Sebastián, Zarautz, etc. Su última gran exposición fue en el Museo Oteiza, de la localidad navarra de Alzuza, en el verano de 2017, exposición que llevaba el título de “José Ramón Anda, causa formal y materia”

La presente obra se conserva en colección particular. Se trata de una composición constituida por una obra de perfiles abstractos y de sentido vertical, construida en bronce sobre una esbelta peana de madera, entendemos que roble. Este tipo de obras, como la que presentamos en estas líneas, es resultado de un amplio conocimiento de las geometrías trazadas en sus primeros trabajos, aplicados al arte y sugeridas por la propia naturaleza de los materiales empleados. Con este bagaje, José Ramón Anda ha desarrollado habitualmente una escultura abstracta y de base organicista en la que combina planteamientos racionalistas y espacialistas con un profundo interés por los aspectos sensoriales de la materia. El escultor ha trabajado y dominado los materiales más diversos, partiendo de la madera, para evolucionar en diferentes metales, incluido el bronce como es el caso que nos ocupa. La obra en cuestión, de perfiles enormemente atractivos para el espectador, consiste en una figura muy esbelta que se curva de manera enrollada, sin constituir un círculo. El en centro de la misma deja un espacio vacío. A nuestro entender, la escultura está dotada de dinamismo y movilidad, prácticamente de manera ingrávida sobre la propia peana.