JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR

   PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA

 

PINTURA: OBRA DE AGOSTO DE 2017

 

“Reflejos”.
Óleo / lienzo. 30 x 30 cm. 2010.
SOBRINO HABANS, Tomás.


Nacido en Elizondo el año 1.953. Estudia bachiller en el colegio de los P.P. Capuchinos de Lecároz. Realizó también estudios de delineación y dibujo artístico en San Sebastián. Conoce en los años 70 a su primer profesor, Ángel Rivas, quien supo hacerle sentir el gusanillo del Arte y a quien se debe, en gran medida, que hoy siga pintando. Contacta con los "Pintores del Baztán" con los que comparte tertulias y salidas al campo para pintar, sobre todo con José Mª Apezetxea que es su gran maestro y amigo. Con el denominado grupo de "Pintores de Baztán" ha participado en numerosas exposiciones colectivas dentro y fuera de Navarra. También pertenece al grupo de "Pintores de Bidasoa". Desde el año 1995 dirige un taller de pintura al aire libre en Baztán. Tomás Sobrino ha protagonizado innumerables exposiciones colectivas dentro y fuera de Navarra (Elizondo, Pamplona, Irún, San Sebastián, Portugalete....) vinculadas a los pintores del entorno del río Bidasoa. Tiene en su haber una treintena de exposiciones individuales entre otras localidades en Gernika, Zizur Mayor, Elizondo, Tafalla o Pamplona. En los últimos tiempos resulta evidente que este pintor se ha convertido, por derecho propio, en un artista esencial dentro de los pintores del Baztán-Bidasoa.

El cuadro que presentamos se localiza en importante colección de pintura navarra, ubicada en Pamplona. Tras formarse en el paisaje figurativo y tradicional que se ha practicado en la zona, la obra de Tomas Sobrino evoluciona constantemente en el tiempo. Por ello, este autor lleva muchos años tratando de borrar las líneas entre lo abstracto y lo figurativo, buscando otra forma de mirar, reivindicando su pintura como una muestra abierta que sólo se complementa siempre con la mirada del espectador. La pintura de Sobrino se encuadra en un paisajismo que refleja, especialmente, la propia zona donde él vive, los montes, árboles, ríos, contrastes y reflejos del rico paisajes del Baztán-Bidasoa. No obstante, trata de representarlos con una visión mucho más moderna, actual, con una visión renovada y atractiva de ese paisaje. El cuadro que presentamos, coqueto y recogido, supone una magnífica muestra de ese juego paisajístico entre lo figurativo y tradicional, elaborado con una pincelada amplia y sintética y con una muy conseguida gama de colores tenues. El propio título de la obra, reflejos, sirve para orientar el objetivo del pintor a la hora de elaborar este tipo de ejecuciones.