JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR

ESCULTURA: OBRA DE AGOSTO DE 2017

“Arquitectura I”
Alabastro y hierro. 24 x 11 x 12 cm.
MIKELARENA, Fernando

Fernando Mikelarena Arretxea, natural de Legasa (Navarra), nacido en 1960, ha desarrollado su actividad artística en San Sebastián, donde reside. Ha trabajado para Eduardo Chillida, con quien colaboró desde 1983 hasta su muerte (2002). Si bien sus primeros pasos los dio en el ámbito de la pintura, la escultura ha ido ganando terreno en su obra poco a poco y actualmente trabaja las dos vertientes, incorporando nuevos materiales, técnicas y estilos, donde utiliza mucho el alabastro. Su obra se mueve dentro de la estela de la denominada escuela vasca de escultura. En 1990 celebró su primera exposición en la sala Gure Txokoa de Bera de Bidasoa (Navarra), y ese mismo año se presentó también en el palacio Arizkun-enea de Elizondo y en la sala Etxe Beltz de Azkoitia. Durante los años siguientes continuará dándose a conocer en Navarra y el País Vasco, y en 2002 mostró su obra en el Museo Provincial de Salamanca. También ha participado en ferias de arte como Zaragoza Contemporánea (2006), Puro Arte de Vigo (2006), Arte Sevilla (2007), Artemanía de Madrid (2007, 2008), Arkale de Valladolid (2007) y ArtMadrid (2012), entre otras. Asimismo, ha participado en diversos certámenes, siendo galardonado con el Primer Premio Elías Salaberría en San Sebastián (1992), el Primer Premio Bidasoa en Irún (1995), el Segundo Premio Antonio López en Tomelloso (1995), el Primer Premio del Certamen Internacional de Pintura, Escultura y Dibujo Rafael Zabaleta en Jaén (1998) y el Primer Premio Amurrio en Álava (1999).

La obra que presentamos se conserva en colección particular. La misma supone un buen ejemplo de que constituye, en los últimos tiempos, la producción escultórica de este artista navarro. La pieza en cuestión puede inscribirse dentro de una corriente estética de abstracción geométrica, construida en sentido vertical. La parte inferior, ocupando la mayor parte de la composición, se trata de un parelelípedo vertical realizado en hierro. La parte superior de esa pieza se quiebra, insertándose una parte de alabastro, de la que sobresale en su centro el hierro. El resulta final está dotado de una buena conjunción y contraste de materiales, texturas y colores. En definitiva, estamos ante una escultura atractiva, sencilla de formas, construida con sentido y buen oficio, con perfiles modernos.