JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR
PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA
PINTURA: OBRA DE ABRIL DE 2016
“Procesión en Sepúlveda”
Óleo / lienzo. 52 x 80 cm. 1959
LASTERRA, Jesús
Jesús Lasterra nace en Madrid en 1931, de familia Navarra con
ascendencia de Caparroso. Pronto regresan a Pamplona donde el
joven Jesús estudia con los PP Escolapios y en el Instituto de
la Plaza de la Cruz. Dada su vocación artística acude a la
Escuela de Artes y Oficios en Pamplona, bajo el magisterio de
Gerardo Sacristán y a la Academia del maestro Ciga. En 1955 se
inscribe en BBAA de San Fernando de Madrid, donde comparte
aulas con su gran amigo Antonio Eslava. A principios de los
sesenta estudiará grabado, materia en la que acabó siendo un
consumado maestro. En los años sesenta vivió en Madrid
desarrollando una gran época de pintura, viajando por Castilla
y practicando un paisajismo profundo y renovador. A final de
la década volverá a Pamplona, dedicándose en adelante a
plasmar los variados paisajes de esta tierra, constituyendo el
más grande paisajista de la segunda mitad del siglo XX. Sus
exposiciones fueron numerosísimas, destacando sus constantes
apariciones en la Sala de García Castañón de la CAMP. Falleció
en Pamplona en 1994.
La presente obra, importante en el devenir plástico del
artista, se conserva en importante colección pictórica de
Navarra. Ha sido expuesta en Sala García Castañón de la CAMP,
1960 (nº 7), Exposición antológica. Febrero – Abril 2004 en
Castillo Maya de la CAN (reproducido en catálogo) y en la
muestra Arte navarro en una colección pamplonesa, Sala Conde
Rodezno, noviembre 2012 a Enero 2013 (reproducida en
catálogo). Aparece también reproducida en la monografía de
Jesús Lasterra, Ed Fecit, 2004. Nº 137 y en Diario de Navarra,
13/11/2004 y 30/11/2004. El cuadro representa la cofradía del
Santo Cristo de la Transfiguración de Sepúlveda procesionando
por el entorno de la localidad. Obra valiente, que emparenta
con lo mejor del nuevo paisajismo figurativo español que se
estaba realizando a mediados del siglo en España. Obra
profunda, con una entonación oscura y que trasmite una
personal visión de la profunda religiosidad castellana de la
época, junto al eterno paisaje sin fin de la meseta
castellana. |