JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR
PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA
PINTURA: OBRA DE AGOSTO DE 2015
“RETRATO
DE SEÑORA”
Gouache / cartulina. Diámetro: 6,5 cm. C. 1850
Fdo. en lateral Miguel Sanz y Benito fecit en Pampª
SANZ Y BENITO, Miguel
Miguel Sanz y Benito (Valdeavellano, Soria, 1793 – Pamplona,
1864), se formó en San Fernando de Madrid con Mariano Salvador
Maella. Establecido en Tudela, abrió una academia particular
que alcanzó reconocimiento, por lo cual en 1818 fue nombrado
socio de la Real Sociedad Tudelana de Amigos del País.
Permaneció en Tudela hasta 1822 en que se trasladó a Pamplona.
En la capital navarra se abrió al público la Escuela de dibujo
del Ayuntamiento de Pamplona, puesta en marcha en el curso
1827-28. En febrero del año 1828 se nombra profesor de la
misma a Miguel Sanz y Benito. Se cerró la citada escuela en
1838, aunque el año 1840 se reabre la institución con el nuevo
nombre de Academia de dibujo. El artista continuó desempeñando
el puesto de profesor y director de dicha Academia hasta el
año 1863 en que se jubila de su cargo. Miguel Sanz y Benito
fue el maestro de arte más caracterizado en la Pamplona del
segundo tercio del Siglo XIX. Tenemos abundante información
del método de enseñanza que practicaba, a través de una
“cartilla” de enseñanza que se ha conservado y que fue
elaborada por él. Sus hijos, Mariano (primer profesor de la
Escuela de Artes y Oficios de Pamplona), José y Francisco
continuaron el oficio paterno.
La obra que comentamos se conserva en colección particular en
Pamplona. Las obras pictóricas de Sanz ofrecen una calidad
artística media y, en ocasiones, discreta, pero resultan
sumamente interesantes por su iconografía y por el valor
histórico y documental que poseen. Podemos poner como ejemplo
dos cuadros conservados en el Ayuntamiento de Pamplona, el
Bombardeo del general O´Donnell (1845) y la Procesión del
Corpus Christi (1849); en el Ayuntamiento de Tudela se guarda
un blasón de la ciudad y un retrato de Manuel Castel Ruiz,
mientras la parroquia de Iracheta conserva un retrato de San
Fermín (1849). Otras dos representaciones de San Fermín,
debidas al pintor, se conservan en colección particular
pamplonesa y en la colección Huarte. La presenta obra,
elaborada como una miniatura, supone un cuidado retrato
femenino, muy al estilo académico decimonónico, elaborado con
gusto y oficio, colorista y que demuestra el dominio que el
autor tenía del dibujo y la propia técnica. |