PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA |
PINTURA. OBRA DEL MES DE SEPTIEMBRE DE 2021 |
Óleo / madera. 48 x 58 cm. 1943. TURUMBAY, Baltasar |
Baltasar Turumbay Cía nació, según múltiples autores, en la localidad de Garralda; se trata de un erro ya que nació en Pamplona el 6 de enero de 1892. De Garralda era su mujer. La familia aparece pronto Pamplona, donde su hermano Juan trabajó en la funeraria de Ortigosa. Baltasar montó un negocio de pintura en la calle Curia, 24. La primera noticia de dicho taller aparece en prensa el año 1922, asociado con Lizuain hasta el año 1951 y posteriormente en solitario. Dicho taller permaneció abierto durante 50 años. En lo personal, contrajo matrimonio con María Ardanaz Aiciondo. Tras la guerra civil, sin descuidar su profesión de decorador, comienza a interesarse intensamente por la pintura, afición que le venía desde antiguo. Su labor profesional la trasladó al lienzo, pintando de manera abundante entre esos años cuarenta y la década de los setenta. Expuso de manera individual en su popular taller de la Calle Curia; la prensa ha recogido muestras en diciembre de 1952, julio de 1962, julio de 1968 o enero de 1974. Su biografía se limita a su trabajo profesional y a su constante dedicación a la pintura de caballete. Dejó tras de sí una producción bastante irregular y elaborada con sentido básicamente decorativo. Mientras, Baltasar Turumbay falleció en Pamplona el año 1982.
El cuadro que presentamos se conserva en colección particular de Navarra. Se trata de una obra relativamente antigua dentro de la producción del autor. Resulta evidente que Turumbay imitaba la pintura, formas y temas de los grandes maestros de la pintura navarra, con las limitaciones que imponía su estilo y su capacitación artística. La imitación respecto de los temas de Jesús Basiano es evidente en muchos cuadros de este artista. El afán de la pintura de Baltasar Turumbay fue básicamente decorativo. En una época en que empezó a popularizarse, y a venderse con cierta alegría, la pintura elaborada con paisajes en nuestra tierra, este artista tomó la línea decorativa, colorista y efectista, que era la que le permitía su nivel estético. Con ello se dedicó a plasmar abundantes cuadros de los paisajes de Navarra, obras que se vendían a precios mucho más asequibles que los de otros artistas navarros de mayor nivel. Baltasar Turumbay trabajó en general obras dignas, de regular nivel estético. Su producción resulta bastante irregular, existiendo composiciones de escaso mérito junto a otras de un nivel bastante aceptable en cuanto a composición, dibujo o colorido. Dentro de sus temas existen bodegones y temas florales, en los cuales simplemente digamos que el pintor “se defendía”. Más cómodo parece sentirse cuando se enfrenta al paisaje, que supone el grueso de su producción. Paisajes casi siempre navarros, con alguna incursión por tierras vecinas o la costa vasca. La obra que presentamos se mueve dentro de estas características aquí expuestas. |