PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA |
ESCULTURA. OBRA DEL MES DE JULIO DE 2021 |
Diversos elementos en soporte de un somier. 200 x 135 cm. c. 2010. BULDAIN, Francisco |
Francisco Buldáin nace en Pamplona en 1927. Muy joven se inclina hacia las artes recibiendo su primera formación en la Escuela de
Artes y Oficios de Pamplona. Tras ello se instala en Francia donde permanecerá hasta 1970. Allí fue donde realmente se formó
pictóricamente, hecho que quedará patente en gran parte de su producción. Conoció de primera mano las primeras vanguardias europeas.
Pensionado por el Gobierno Francés, estudia en la Grande Chaumière y École des Beaux-Arts. En 1961 recibió el Diploma de Honor del
Salon International-Salon de l’Art Libre. En 1969 fue invitado a participar en la gran exposición de pintura española, realizada
en el Palacio de Saint-Ouen de París. En 1970 vuelve a Navarra y se instala en Huarte, para dedicarse a la docencia y la
experimentación estética, ganando el premio Ciudad de Pamplona de 1975. Su obra siguió evolucionando e innovando, tanto en técnicas
como en materiales. Desde 2005 funcionó en Huarte la Fundación Buldain, inspirada por él mismo con la finalidad principal de impulsar
el arte y la cultura contemporánea, hasta su cierre por problemas económicos.
La presente escultura se conserva en colección de arte navarro, localizada en una localidad de la comarca de Pamplona. Resulta una obra característica de la última producción de Buldain que investiga en la fusión de elementos muy variados; por ello sus trabajos escultóricos resultan mucho más escasos, aunque avanzado el siglo XXI logra fusionar escultura, pintura, etc. Él mismo se autodefine como un expresionista lírico, y es un pintor intimista y reflexivo, que deja una parte de sí en cada obra que pinta. En este momento Patxi Buldain evoluciona presentándonos unas figuras muy diferentes, más concretas, vívidas y expresivas. Estos somieres, que para Buldain simbolizan momentos clave de la vida del hombre -"en los somieres nacemos, nos reproducimos y muchos morimos", dice-, recuperan el aporte pictórico. La figura humana ya no se presenta como esqueleto o estructura, sino que se vuelve mucho más física, más corpórea. Algunas de esas figuras remiten a pasajes importantes de la historia reciente, como los sucesos de mayo del 68, para recuperar su espíritu crítico ante la sociedad. Otras, al espacio, a las estrellas y los astros, que son el reflejo de una mirada onírica por parte del artista. En cualquier caso, sueños de libertad, siempre necesarios para el hombre. |