JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR

   PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA

 

PINTURA: OBRA DE ABRIL DE 2021

 

 

Paisaje”
Óleo / tabla. 35 x 26 cm. c. 1910.
FRANCISCO JAVIER ARVIZU

D. Francisco Arvizu y Górriz nació en Tudela de Navarra, el día 30 de Abril de 1866, en la casa de los Marqueses de San Adrián; fueron sus padres D. Claudio de Arvizu y Garisoain y D.ª Luisa de Górriz y Moreda, hijos a su vez de D. Javier María de Arvizu y Echeverría, Síndico de las Cortes de Navarra, Alcalde que había sido de Pamplona; y de D. Pedro Esteban de Górriz y Artazcoz, Marqués de Hiendelaencina. Ingeniero agró- nomo, en cuyo ejercicio desempeñó sus funciones adecuadas en las provincias de Toledo, Albacete y Córdoba. Además, cursó como alumno libre, la carrera de leyes en la Universidad de Valladolid, profesión que no abandonó mientras duró su vida. Con la abogacía simultaneó el periodismo, dirigiendo en Pamplona el periódico titulado El Liberal Navarro. En el interregno 1900-1902 ejerció la Alcaldía de la capital navarra por vez primera, repitiendo cargo en 1930-31. Decano del colegio de abogados de Pamplona, hasta su fallecimiento en 1932. Dejó numerosos testimonios de su dominio en el dibujo primeramente y de su excelencia después en la pintura, habiéndose formado en la Escuela de Artes y oficios de Pamplona; era un apasionado pintor amateur, que pronto pasó a ser un profesional técnico y maestro en la obra del pincel, del colorido y de la luz.

El cuadro que presentamos en estas líneas se conserva en conocida colección de arte navarro de Pamplona. Se trata de un buen ejemplo de las cualidades pictóricas y estéticas de su autor que, si bien no se dedicó profesionalmente a la pintura, dejó abundantes ejemplos de ello. El cuadro en cuestión resulta un paisaje muy bien compuesto y trabajado, entonado en ocres y verdosos, y en el que sobresale una luz crepuscular. Una obra, heredera del gusto entre lo realista y lo romántico, imperante en España en la segunda mitad del siglo XIX, siguiendo la estela marcada por el gran maestro del paisaje, Carlos de Haes. Francisco Javier Arbizu demuestra en esta obra ser un seguidor de dicha escuela. Esta obra, junto a otras que hemos podido catalogar de este autor, hacen merecer a Francisco Javier Arvizu un puesto dentro de la nómina de pintores navarros nacidos en el siglo XIX y que desarrollan su carrera en el primer tercio del siglo XX.