JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR

   PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA

 

ESCULTURA: OBRA DE ABRIL DE 2021

 

 

DESLENGUADAS”
Cera, pigmentos, goma espuma, lana. Medidas variables. C. 2018.
FONTALBA, Txaro

Txaro Fontalba (Pamplona, 1965). Formada en los cursos de dibujo y pintura en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona (1980-83). Posteriormente obtiene la licenciatura en Bellas Artes en la Universidad del País Vasco, en la especialidad escultura, el año 1988. Cursa un posgrado de escultura. Byam Shaw School of Art, Londres 1991-92. Ha cursado estudios de grabado y ha participado en varios talleres de escultura y serigrafía como los impartidos por Pepe Espaliú o Pepe Albacete, ambos en Arteleku. Su primera exposición es en 1989, Pleura/Pleonasmo. Sala de Cultura CAN, Pamplona. Otras muestras importantes en su carrera son en 1995, Bestiario de amor, Universidad Pública de Navarra, Sala Carlos III. Pamplona; 1998, Anorexia, Horno de la Ciudadela de Pamplona; 2007, Carne, amor y fantasmas (con Helena González Sáez), Kalae Arte Contemporáneo de Bilbao; 2017, Yo, la peor de todas. Ni, denetan okerrena, Museo de Navarra, Museo Jorge Oteiza; 2018, Deslenguadas y otras tartamudas, La Taller (Taller y Galería de grabado) Bilbao.

La obra escutórica que presentamos se conserva en colección particular. Esta composición habla del individuo y su relación con el medio a partir de lo más oculto, sus órganos. En ‘Deslenguadas’, Txaro Fontalba aborda la subjetividad femenina a través de la lengua, símbolo de esa dificultad o incapacidad para comunicar de la subjetividad femenina, lastrada por la historia, la incomprensión y tanta barreras físicas y mentales. Pueden ser dos ‘punching balls’ o dos cuerpos inertes, dos tótems, o sendas piezas de carnicería, quizás sugieren fracaso o aludan a la facultad de producción de lenguaje, a la palabra como herramienta de trasmisión de conceptos y cambio. La artista navarra acostumbra a objetualizar los órganos humanos y convertirlos en contenedores políticos. Las imágenes de Fontalba son poderosas, e, incluso en el dibujo, prevalece su objetivo escultórico y la vocación de jugar con los planos. «El órgano se convierte en cuerpo, asume un protagonismo, se transforma en un ente autónomo que incita a la reflexión», señala la propia autora.