JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR
PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA
ESCULTURA: OBRA DE MAYO DE 2013
ABSTRACCIÓN
Alfredo Sada
Mármol. Medidas: 24 x 34 x 20 cm. Firmado con anagrama en 79
Escultor navarro (Falces, 1950 – 1992). Principalmente
autodidacta, no comenzó estudios académicos hasta avanzada la
década de los 70 cuando realizó sus estudios en la Escuela de
Artes y Oficios de Pamplona, exponiendo por vez primera en
1981 en la capital navarra. Participó posteriormente en
muestras individuales y colectivas en Madrid, Valladolid,
Zamora y Vitoria, así como en Francia. Tomó parte en la
edición de 1991 de la Feria Arco de Madrid. En 1988 su obra
experimentó una transformación debido a la introducción del
uso del plomo. Comienza entonces la época más personal y
brillante de la trayectoria de Alfredo Sada, trayectoria
truncada por una muerte temprana. En 1990 el Ayuntamiento de
Pamplona adquirió su obra en bronce Mujer ciprés para su
instalación en la Vuelta del Castillo. Cuentan asimismo con
obra suya el Museo de Navarra, la Fundación March de Madrid y
el Círculo de Bellas Artes de la capital española, así como el
Centro Cultural de París. La CAMP ofreció una exposición
póstuma de su obra en febrero-marzo de 1994, en la Sala de
García Castañón.
La presente escultura que comentamos se localiza en una
prestigiosa colección privada de Pamplona. Procede de la sala
de subastas Appolo de Pamplona (junio 2006, lote 221). Se
trata de una obra primeriza, de periodo formativo, cuando
Alfredo Sada se formaba en Artes y Oficios de la capital
navarra. Realizada en mármol negro, está montada sobre una
pequeña base de madera. Al tratarse de una obra de primera
época, se aparta sensiblemente de lo que constituirá la obra
más reconocida del autor, ejecutada en plomo. Ésta que
analizamos, en perspectiva abstracta, emparenta con la
escultura vasca de su época, con Oteiza, Chillida y los
posteriores autores que beben de estas fuentes. La obra
compone formas basadas en espacios y huecos, que se
entremezclan y contrastan entre ellos. Con todo, entendemos
que se trata de una obra importante ya que documenta
perfectamente el periodo formativo de uno de los escultores
navarros más interesantes de la segunda mitad del Siglo XX. |