JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR
PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA
ESCULTURA: OBRA DE MARZO DE 2020
“TENSIÓN VERTICAL CON DOS CUERPOS”
Acero en base de piedra. Medidas:
28 x 19,5 x 63 cm
PURROY, Carlos.
Carlos
González Purroy (Pamplona, 1957), ex futbolista que jugaba
como defensa. Jugó, entre otros equipos, en Athletic de Bilbao
y Osasuna. Tras su retirada como futbolista profesional, se
convirtió en un escultor de renombre. A lo largo de su carrera
deportiva disputó 119 encuentros de Primera División. Una de
sus obras más conocidas, Detente, situada en la Ciudad del
Fútbol de las Rozas, está inspirada en una fotografía de una
parada de José Ángel Iríbar. El defensa, que se retiraría del
mundo del fútbol en 1989, ganó diez años después su primer
premio como escultor y desde entonces su carrera no ha parado
de crecer. Siempre ha estado pendiente de las técnicas de la
piedra, el hierro o la madera. Su padre tenía un taller
mecánico y sabía trabajar el hierro. Los primeros años como
escultor se basaron en aprendizaje. Durante cuatro años estuvo
en una herrería donde Jesús Astaiz -amigo de su padre- le
enseñó y le permitió inmiscuirse en ese terreno. Se introdujo
en círculos culturales y galerías. Hace ya cerca de 30 años
que emprendió este camino. Su faceta artística la ha combinado
ahora con la de escritor. El escultor tuvo que marcharse a
Madrid para hacerse un hueco en el complejo mundo del arte
hasta alcanzar cierto reconocimiento y hasta el momento actual
ha podido exponer en variados lugares de España y de Francia.
La
escultura que presentamos ahora se conserva en importante
colección particular de Navarra. Este conocido escultor
navarro ha procurado moverse siempre, desde sus primeros pasos
en el mundo de la creación escultórica, entre la abstracción y
la figuración. Con estas formas estéticas ha procurado
expresar, a través de sus esculturas, ideas sencillas pero
claras que se muestran al público de una forma visual y
siempre elegante. El principal elemento con el que este autor
ha desarrollado su estética personal es el hierro, que en
ocasiones deja espacio a las creaciones en madera. Sus temas
proceden de la naturaleza y del propio deporte. La escultura
con que se expresa le permite trasmitir incluso lo intangible:
“Permite reproducir hechos y sensaciones, y ser capaz de
plasmarlo con tus propias manos”, reflexiona el propio
artista. En la escultura que ahora presentamos se observan
algunas de las características esenciales de la obra del autor
pamplonés, sus materiales, su estilo elegante y depurado, o el
movimiento. La escultura en cuestión transmite esa tensión a
la que alude su título, con ese alambre que enrolla y
sostiene, en posición vertical, esas dos formas geométricas
del centro de la composición.
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