JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR
PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA
ESCULTURA: OBRA DE ABRIL DE 2014
“SÍMBOLO
DEL PAÍS VASCO”
Alberto José de Orella
Madera en base de piedra, 27 x 15 x 13 cm. 1976
Alberto José Orella Unzué (Pamplona, 1943) tuvo desde joven
vocación artística, alternando su afición por la escultura con
el bachillerato y los estudios de Filosofía. Cursó Ciencias
Eclesiásticas en la Universidad de Navarra, y tras una etapa
de vocación religiosa reinicia su vida civil, dedicándose de
lleno al mundo del arte. De formación inicial autodidacta,
entre 1988 y 1991 completó la Licenciatura de Bellas Artes en
la Universidad del País Vasco, trayectoria que culminará con
su tesis doctoral sobre la sonoridad en la plástica
contemporánea, alentado por Jorge Oteiza. A su vez, hará
compatible su labor creadora con su faceta docente en la
Escuela de Artes y Oficios de Pamplona, en la que impartió
desde los años noventa la asignatura de «Vaciado y Modelado».
Su obra se encuentra presente en la Colección de Arte
Contemporáneo del Ayuntamiento de Pamplona. Es autor también
de varias imágenes religiosas con destino a templos e iglesias
pamploneses, así como diversas obras públicas en Navarra como
el busto de José María Iribarren en el centro educativo del
mismo nombre, la escultura “Diálogo a seis” de la Vuelta del
Castillo, o el Monumento a Sancho el Mayor de la Media Luna.
La obra que presentamos, en importante colección de arte
pamplonesa, es una talla en madera, trabajada en línea
conceptual. Aunque la obra de Orella abarca muy diversos
materiales y estilos, su producción en madera resulta muy
significativa. Estamos ante una obra de dimensiones reducidas,
construida en sentido vertical, alternando unas zonas lisas y
pulidas, con otras que presentas evidentes rugosidades. En la
parte central presenta una gran abertura oval, con la que
permite alternar el juego de espacios y de vacíos, y entre las
luces y las sombras. Aunque en la presente escultura prima el
sentido abstracto no dejan de aparecer en la misma evidentes
resonancias antropomórficas. En definitiva, estamos ante una
obra escultórica atractiva, en línea conceptual y simbólica,
que puede representar bien la capacidad estética del escultor
Orella. |