ESCULTURA NAVARRA |
OBRA DEL MES DE MARZO DE 2022 |
Hierro forjado. C. 70 c. de altura. LIZARRAGA ARÁIZ, Julián |
Julián Lizarraga Aráiz nació en el barrio de la Txantrea de Pamplona, a mediados de los años 50. Hijo del herrero de Capuchinos, que cerró su taller en 1971, al igual que sus hermanos aprendió de su padre a trabajar el hierro. En contacto siempre con el mundo del arte y la cultura, retoma el trabajo del hierro y comienza a crear esculturas para diversos proyectos y localidades navarras. Es importante la colaboración con su hermano Félix, con el cual tiene una gran complicidad en sus proyectos, apoyándose ambos mutuamente. Lleva ligado muchísimos años al valle de Lizoáin Arriasgoiti, donde reside. Ha realizado diversos trabajos de escultura pública en el valle, con su hermano Félix, como las diversas esculturas en las fuentes del valle o el impactante monumento a la memoria histórica que se puede contemplar desde la carretera de Urroz Villa.
La escultura que traemos a estas páginas se conserva en colección particular de Navarra. Las figuras escultóricas de Julián Lizarraga, como ocurre con las de su hermano Félix, se realizan con un objetivo claro, recordar el mundo rural y lo popular; sencillamente, traer memoria del mundo en el que él se quiere mover. De esta manera, este artesano del hierro y del acero da salida a su creatividad, acercando también el arte al mundo rural, a entornos muy poco poblados. Lleva muchos trabajando creando escultura por placer, porque le gusta dicha actividad y por contribuir a la cultura popular. Sus obras entroncan con lo popular, lo artesano, con formas sencillas, de líneas geométricas, pero con un gran sentido expresivo. La escultura que presentamos representa una figura alada, de tipo demoníaca, recostada en una silla. Se trata de una obra que trae el viejo oficio artesano, con la figura del herrero que, martillo en mano, trabaja en la forja ante el yunque. |